Quedaron a las 8 pero nunca llegaron a encontrarse.
Se fueron y se perdieron,
como siempre acaba perdiéndose
a las personas a las que se llega tarde.
Microcuento de un viernes 15 de marzo.
Quedaron a las 8 pero nunca llegaron a encontrarse.
Se fueron y se perdieron,
como siempre acaba perdiéndose
a las personas a las que se llega tarde.
Microcuento de un viernes 15 de marzo.
Escribes : «como siempre acaba perdiéndose
a las personas a las que se llega tarde.»
O, quizás se llega antes de tiempo…o….simplemente cada uno esta allí pero en el Universo paralelo!
Felizmente está el verso, que alienta, que refugia, que reconforta y que crea puentes!
como un petit café au cognac cuando hace frío!
Saludos NatalyeCeline!
Llegar demasiado pronto o llegar demasiado tarde. El caso es no estar en el tiempo. Así ocurre tantas veces, dos que podrían estar y dos que finalmente no son.
Igual habría que empezar a cuadrar relojes, o simplemente empezar a vivir sin horas que resten tanto.
Un placer que estés por aquí, me gustará leerte con ese café.
Muchos versos para tí también. Que eso nunca falla.
Natalye.
🙂 Gracias! Espero tu visita en mis versos!
Competente interesante: muy micro, bastante grande. Y la conclusión, ella sola se dilata.
Gracias. Saludos.
Gracias a ti por estar ahí siempre y comentar. Es un placer enorme.
Placeres no correspondidos en su orden, por todos los implicados de una u otra manera, no me parecen estar en buen son ni rendir nada.
Digo, que todos ganamos y todos nos lo agradecemos entonces en buena reciprocidad.
Gracias por todo y mi buen saludo.